lunes, 18 de abril de 2016

¿Estoy triste, o estoy deprimido?


Seguramente en algún momento de la vida te habrás hecho esta pregunta; ya sea porque últimamente te has sentido más triste que otros días, o tal vez porque has sufrido algún tipo de pérdida.

En esta entrada abordaremos la depresión desde su definición, hasta las estrategias que se manejan como parte de su tratamiento. 

A groso modo, la depresión es un estado de tristeza profunda acompañada de la pérdida de interés o del placer. Este estado suele presentarse durante al menos dos semanas y está presente en nosotros la mayor parte del día. La depresión puede afectar nuestro estado de ánimo, actividades tan simples como dormir, e incluso puede perjudicar nuestro desempeño laboral o escolar, según sea el caso.



Pero, ¿qué es lo que causa la depresión? Existen varias teorías para explicar las causas de la depresión. La mayoría de los estudios reflejan que los pacientes deprimidos experimentan más acontecimientos vitales estresantes en los meses que preceden a la aparición de los síntomas, que las personas que no se encuentran deprimidas.

La teoría cognitiva de Beck considera que las alteraciones cognitivas en forma de pensamientos distorsionados del propio sujeto sobre sí mismo y su entorno constituyen un factor para la depresión.

Seligman desarrolla la teoría de la indefensión aprendida, planteando que la enfermedad depresiva está condicionada por el establecimiento de un patrón de conducta, que se caracteriza por la incapacidad para interrumpir el estímulo que se considera nocivo y escapar del evento traumático.

También se ha considerado que ciertos rasgos de la personalidad como la escrupulosidad, el sentido del deber, el perfeccionismo, la falta de espontaneidad y el afán de orden pueden predisponer al desarrollo de los trastornos depresivos.

Por otro lado, los avances de la genética han permitido establecer que los familiares de las personas con depresión son más propensos a padecerla y estudios bioquímicos aportan también que las causas de la depresión están relacionadas con desequilibrios en las transmisiones químico-cerebrales: dopamina, noradrenalina y serotonina.

Cómo puedes ver, en la depresión participan Factores Biológicos: cambios hormonales, alteraciones en los neurotransmisores cerebrales, componentes genéticos. Factores psicosociales: circunstancias estresantes en la vida afectiva, laboral o de relación. Y Factores de personalidad, sobre todo los relacionados con mecanismos psicológicos de defensa.


Pero ¿cómo saber que estamos pasando por un episodio de depresión que pueda clasificarse ya como un trastorno depresivo que requiere atención? El estado de ánimo deprimido se mantiene diariamente durante un mínimo de 2 semanas, éste etapa puede caracterizarse por tristeza, indiferencia o apatía, o por irritabilidad, la pérdida de interés y de la capacidad de disfrutar y una disminución de la vitalidad que limita el nivel de actividad y produce un cansancio exagerado,  incluso después de realizar pequeños esfuerzos.

Pueden aparecer sentimientos de culpa o de incapacidad, el pesimismo ante el futuro, las ideas de muerte o de suicidio, la pérdida de confianza en uno mismo o en los demás, la disminución de la concentración y la memoria, la intranquilidad, los trastornos del sueño y la disminución del apetito y de la libido, entre otros.

Como lo señalan Braunwald, Fauci, Kasper, Hauser, Longo y Jamenson (2002): También se dan alteraciones neuroendocrinas que se reflejan en síntomas neurovegetativos como: 1. Aumento de la secreción de cortisol y hormona liberadora de corticotropina (CRH), 2. Aumento del tamaño de las suprarrenales, 3. Descenso de la respuesta inhibidora de los glucocorticoides a la dexametasona, y 4. Respuesta amortiguada de la tirotropina (TSH) a la inyección de hormona liberadora de tirotropina (TRH). (p. 2983)

Ciertamente estos síntomas son tema del médico especialista, para nosotros resulta imposible entender que significan, pero junto con otras manifestaciones clínicas le sirven al médico para determinar el tratamiento farmacológico antidepresivo que va a recetar, ya que en el tratamiento de la depresión comúnmente se sugiere la combinación entre psicoterapia y farmacoterapia.

Puedes entrar a esta liga: http://www.psicomed.net/dsmiv/dsmiv6.html para ver los criterios de diagnóstico del episodio de depresión mayor según el DSM-IV, que es un manual donde se clasifican los diferentes tipos de desordenes mentales (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, por sus siglas en inglés). Y también puedes ver lo propuesto por el CIE-10, (el acrónimo de las siglas Clasificación Internacional de Enfermedades) que de igual manera es un Manual que presenta diferentes clasificaciones de las enfermedades, podría decirse que es la competencia del DSM, en la siguiente liga:


La depresión puede convertirse en un trastorno crónico. Dependiendo de su nivel de seriedad, ésta puede ser tratada sin necesidad de medicamentos en sus formas más leves, o con ayuda de fármacos y atención profesional en sus niveles más altos, cuya derivación más grave es el suicidio. 

Para poder evaluar la depresión, existen diversas herramientas entre las que destacan: 

El Inventario de Depresión de Beck (BDI)
Un cuestionario de 21 preguntas de opción múltiple enfocadas a temas como la irritabilidad, culpa, fatiga , problemas para dormir, etc., que ayudan a conocer el grado de depresión en una persona. Este instrumento se complementa con evaluaciones psicológicas o psiquiátricas dependiendo el caso. 

Hamilton Rating Scale for Depression
Este cuestionario de 17 reactivos es similar al BDI, se emplea para conocer qué tan severa es la depresión en un adulto, con la ayuda de preguntas enfocadas al estado de ánimo, pensamiento suicidas, ansiedad, pérdida de peso, etc. Este instrumento es muy criticado porque le da mayor importancia a la falta de sueño, que a los pensamientos suicidas.

Montgomery Asberg depression Rating Sacale
Este instrumento de sólo 10 preguntas, sirve como herramienta para detectar el nivel de depresión en adultos con trastornos emocionales. Se diseñó como un adjunto del HRSD con el objetivo de evaluar los cambios que ocasionaban los antidepresivos y los tratamientos. 




Como mencionamos, en el tratamiento de la depresión comúnmente se recurre a la combinación de psicoterapia y farmacoterapia. El tratamiento farmacológico debe efectuarse con antidepresivos. Y las técnicas de psicoterapia más empleadas son las psicoterapias dinámicas breves, que se basan en el presupuesto de que los conflictos intrapsíquicos están en la raíz del cuadro depresivo; las terapias cognitivas, que sostienen que las distorsiones que supuestamente originan y mantienen el estado depresivo deben ser identificadas y confrontadas para deshacer las convicciones negativas que el paciente presenta; y la psicoterapia de apoyo, cuyo objetivo fundamentalmente es aliviar los síntomas y recuperar el equilibrio del paciente.

Nos ha parecido interesante el siguiente sitio, podrías echarle un vistazo para conocer un poco más del tema, sobre todo porque en el podrás encontrar información práctica de la actividad profesional relacionada con la depresión:



La depresión en números

Como lo habrás notado, tratamos de que éste blog sea útil para ti y nos gusta la practicidad así que en lugar de llenarte de números transcritos de resultados publicados, te invitamos a que visites algunas páginas donde podrás encontrar datos estadísticos, metodologías y conclusiones sobre el tema, el orden obedece a un acomodo alfabético.

Se hizo un estudio revisando los reportes estadísticos del Hospital General de México (HGM, O.D.) del año 2000 al 2009, tabulando el número de casos atendidos para obtener los 7 diagnósticos más comunes y conocer:
¿Cuáles son los trastornos mentales más diagnosticados en la Ciudad de México?, y
¿Qué prevalencia y tendencia presentan cada uno de estos diagnósticos?

El Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), www.insp.mx, realiza una publicación electrónica bimestral y en su volumen 46(5) del año 2004 publicó un artículo acerca de la depresión con inicio temprano donde el objetivo de los autores era conocer, en la población mexicana, la prevalencia de la depresión con inicio temprano. Cuenta con la opción de descargar el archivo en formato PDF.

Con motivo del día mundial para la prevención del suicidio (10 de septiembre), se publicó en la sala de prensa del INEGI una serie de estadísticas respecto al suicido, que en el año de 2013 ocupó la decimocuarta causa de muerte en el país.

Se presenta un resumen de las publicaciones de 2003 a 2010 de la encuesta nacional de epidemiología psiquiátrica

En agosto de 2011, la jornada publicó un artículo donde la psiquiatra Xóchitl Duque, coordinadora de epidemiología y estadística de los servicios de atención psiquiátrica de la Secretaría de Salud expone algunos datos sobre depresión y ansiedad, destacando que la mayoría de las personas que sufren depresión tardan entre cuatro y 10 años en buscar ayuda profesional para controlar el padecimiento.

http://www.spps.gob.mx/avisos/869-depresion-y-suicidio-mexico.html
En la página de la Secretaría de Salud podemos encontrar algunos datos acerca del suicidio y la depresión en México. 


Gracias a los avances médicos y psicológicos, hoy en día es más fácil detectar este tipo de trastornos evitando que puedan escalar a niveles mayores. El diagnóstico y tratamiento oportuno de la depresión pueden ser la diferencia. Tu bienestar físico, mental y emocional es de vital importancia, si notas cambios constantes en tu estado de ánimo, te sientes más decaído o cansado de lo normal, y no tienes deseos de salir de casa, busca la manera de comunicar tus inquietudes a alguna persona de tu confianza. No temas hablar al respecto por difícil que parezca, siempre encontrarás a alguien dispuesto a apoyarte. La vida está llena de altibajos y en ocasiones puede ser muy dura, sin embargo, el sobreponernos a los retos es aquello que nos permite crecer y evolucionar como seres humanos. Hoy el mundo es un lugar más hermoso, porque tú estás en él, ¡habla!. 






Referencias

American Psychiatric Association: Diagnostic and statistical manual of mental disorders 4a ed. Washington, DC: American Psychiatric Association; 1995.

Berrios G E & Bulbena A (1990) The Hamilton Depression Scale and the Numerical Description of the Symptoms of Depression. In Bech P & Coppen A (ed) The Hamilton Scales, Heildeberg, Springer, pp80-92


Braunwald, E. (Ed.). (2002). Harrison Principios de Medicina Interna. (15va ed., Vol. II). México: McGraw-Hill.

Gispert, C. (Ed.). Enciclopedia de la Psicología. (Vol.3) España: Grupo Editorial Oceano.